ACTO COLECTIVO
El próximo jueves 10 de julio, a las 11h, en el Obispado de León (Pl. Regla, 7) iniciaremos la campaña de apostasía que hemos puesto en marcha las asociaciones de mujeres feministas de León, con un primer acto colectivo y público que consistirá en el registro de nuestra solicitud de apostasía.
Este acto está abierto a todos los colectivos y personas que estén interesadas en apostatar, por lo que para el trámite será necesario aportar una copia compulsada del DNI, que se realiza en la C/ Capitán Cortés, 6, y una solicitud que entregaremos el mismo jueves o que encontrarás en este enlace.
CAMPAÑA DE APOSTASÍA
El pasado 8 de marzo, dentro de los actos de conmemoración del Día Internacional de las mujeres, las asociaciones de mujeres feministas de León, ADAVAS, Clara Campoamor, Flora Tristán, Las 13 Rosas, Mujer y Revolución y Simone de Beauvoir, pusieron en marcha una campaña de apostasía como muestra de rechazo ante la reforma de la actual ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo con la que amenaza el Gobierno y que cuenta con el apoyo de la Iglesia.
Aquí encontrarás toda la información y documentación necesaria para sumarte a la campaña (pdf)
MOTIVOS PARA APOSTATAR
El feminismo, en su larga lucha por los derechos de las mujeres, se encuentra cada día con que éstos son atacados y cuestionados continuamente por las distintas religiones, o al menos por sus jerarquías. Todas las religiones, las monoteístas en general y la católica en particular han intentado e intentan de una manera obsesiva reglamentar lo que las mujeres debemos hacer o dejar de hacer. El desprecio y la humillación del cuerpo femenino es uno de los grandes baluartes del odio religioso hacia las mujeres. Burkas, velos, tabúes, prejuicios insanos y vergonzosos han hecho de las mujeres, durante siglos, verdaderas esclavas sumisas con respecto a las normas del patriarcado. ¡Qué paradoja! Precisamente de ese cuerpo que las religiones consideran sucio y pecaminoso es de donde venimos todas las personas, es el que engendra la vida.
La misoginia la manifiestan en sus proclamas cotidianas para controlar nuestros cuerpos restringiendo la sexualidad femenina a la procreación, condenando el aborto, el divorcio, cualquier relación o conducta sexual al margen del matrimonio heterosexual, negando la diversidad sexual, es decir, defienden el modelo patriarcal basado en la dominación masculina. Y lo hacen estereotipando siempre a las mujeres, bien santificándonos o demonizándonos en función de que nos desviemos o no
de los caminos que la religión nos determina como ser buenas madres, esposas, etc.
A todo esto, hemos de añadir el hartazgo que producen las distintas intervenciones públicas de la Iglesia ante cualquier tema de calado social y en concreto los que afectan o atentan contra los derechos de las mujeres. Opiniones de una organización privada que tienen un eco mediático tal que parece, a veces, no distinguirse entre ciudadanía y feligresía.
Tampoco podemos olvidar los privilegios de los que goza en nuestro Estado la iglesia católica (que afectan a temas como la educación o la financiación de la iglesia), a raíz de los Acuerdos firmados entre el estado español y el Vaticano en 1979.
Por ello invitamos a la ciudadanía y a todos los movimientos sociales y políticos a acompañarnos en esta campaña por la apostasía, existiendo además de las razones específicas del trato de la iglesia a las mujeres, otros muchos motivos políticos que justifican esta campaña, entre otros:
1.- El Comité de Protección de los Derechos de las niñas y niños de las Naciones Unidas, dio a conocer un informe realizado en los últimos seis años, en el que critica el comportamiento del Vaticano por adoptar «políticas y prácticas que llevaron a la continuación de abusos a menores y a la impunidad de los responsables» para atender estos casos y proteger a las y los menores y la Santa Sede se defiende asegurando que la ONU busca «interferir en las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la
dignidad de la persona humana».
2.- La Iglesia católica sigue sin desautorizar al párroco de esta Provincia que promulga a sus anchas sus ideas franquistas y sus ataques al aborto y a homosexuales.
3.- La Iglesia católica es una gran inmobiliaria que sin embargo no paga impuestos ni, en muchos casos, gastos de conservación. Eso lo paga la ciudadanía a través de los presupuestos generales del estado, sea católica o no.
Las contribuciones a la Iglesia católica por IRPF suben hasta los 249 millones de euros. La recaudación destinada a la Conferencia Episcopal creció en dos millones de euros en 2013, en plena crisis.
La Iglesia católica se aprovecha de una tradición secular, como es la celebración de los nacimientos, para incrementar de forma ilegítima su implantación social. El bautizo no es una simple celebración, es un «sacramento» que presupone el ingreso de una criatura a una comunidad religiosa. La ausencia de alternativas laicas para celebrar este tipo de eventos favorece la perpetuación de los ritos religiosos y hace que muchos ciudadanos y ciudadanas, cuando llegan a la mayoría de edad, se encuentren formando parte de una confesión religiosa que nunca han escogido y que no se corresponde con sus ideas. Para que estas personas puedan regularizar su situación y evitar que las confesiones religiosas saquen provecho de su pasividad es posible ejercer el legítimo derecho a la apostasía.
Preconizamos el laicismo, el cual no es antirreligioso, lo que busca es separar esferas: el estado de las iglesias, la política de la religión, el saber de la fe,… para así garantizar la libertad de conciencia y posibilitar la convivencia entre las personas al margen de sus convicciones. Por esto precisamente, coincidimos en esta apuesta por una sociedad laica con grupos de creyentes, que también entienden que la convivencia no se debe regular por las religiones y que estas pertenecen al ámbito de lo personal o privado.